lunes, 21 de noviembre de 2011

"CUENTOS PARA JUGAR"

"cuentos para jugar" és un llibre de Gianni Rodari on cada conte té diversos finals per poder triar. Al final del llibre Rodari diu quin és el final de cada conte que més li agrada a ell. Aquest llibre el pots consultar en aquesta pàgina. Clica en la imatge.


Denver, el héroe dragón

No hace mucho vivía en un lugar muy cerca de aquí un familia de dragones muy singular.

Agustín Pedal era el padre de la familia. Era conocido en toda Dragolandia porque era un famoso ciclista al que aún nadie había conseguido ganar. Su hijo era Denver. Denver era un dragón simpático, alegre y tan glotón como toda la familia pues su madre era Maribel Bizcocho, la mejor cocinera de pastelera de toda Dragolandia (bueno, en realidad era la única, pero eso no tiene demasiada importancia, ¿no?)

Denver se sentía feliz. Le gustaba ir a la escuela y sacaba muy buenas notas en todo menos en la asignatura de echar fuego por la nariz. Cuando lo intentaba le salían por la nariz unas enormes bolas de algodón dulce como el que hay en las ferias.  Al menos después podía invitar a todos sus compañeros porque era muy generoso.

Agustín Pedal siempre había querido que su hijo fuera su sucesor y que continuara siendo ciclista. Incluso soñaba con ver a Denver cruzar la meta para ganar el más prestigioso de todos los títulos: el Tour de Dragolandia. Agustín Pedal le preguntaba a su hijo:

-         Denver, ¿Te gusta correr en bici?
-         Hombre papá, a mi la bicicleta no me hace “ni fu ni fa” – contestaba Denver intentando no herir los sentimientos de su padre.
-         ¿Y ahora porqué hablas en “chino”? – respondía Agustín que todo lo entendía al pie de la letra. 

Y es que Denver prefería pasar su tiempo libre leyendo historias de dragones y princesas, porque su ilusión era ser un dragón héroe que salvara a las princesas. Estaba harto de que en todos los libros aparecieran los dragones como unos malvados que secuestraban a las princesas y él no era así. Además, en realidad (no se lo contéis a nadie) no sabía ir en bicicleta.

Un día, Denver leyó por internet un correo electrónico urgente de una princesa llamada Elena E-mail:

“Querido Denver, he sido secuestrada. Estoy encerrada en un el palacio que hay en el país Ciclista. Sálvame y te recompensaré con lo que tú quieras.
P.D. En mi país no hay carreteras sólo hay carril-bici así que tienes que venir a por mi en bici.
Atentamente, Elena E-mail”




Clica en los diferentes finales para leerlos. 


FINAL DE MAR


FINAL DE MIGUEL




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